El sonido de los cañones muy lejanos
Post 163 - 30 de Septiembre de 2008 - Categoría: Acústica ambiental y ruido.
Este post explica porqué a veces escuchamos los sonidos muy lejanos de una fuente sonora y cuando nos acercamos a ella, dejamos de escucharlos o los escuchamos con menos intensidad.
El 27 de junio de 1862, en la batalla de Gaines's Mill cerca de Richmond en el estado de Virginia (EE.UU.), dos observadores, el Secretario Confederado de la Guerra, George Wythe Randolph, y un miembro de su personal, se encontraban en un radio aproximado de 3 kilómetros del conflicto y podían ver el humo de mosquetes y el destello del fuego de los cañones, pero no podían escuchar el sonido. Sin embargo el mismo ruido de la batalla se escuchaba claramente a 23 kilómetros al oeste del conflicto.
Anomalías acústicas comparables fueron atestiguadas en varios conflictos siguientes. Además, la misma coincidencia de zonas silenciosas o con sombras acústicas a la audibilidad del fuego, fueron registradas varias veces durante la primera guerra mundial.
La explicación más razonable que le daban los militares, estaba basada en una combinación de sombras acústicas y sonido reflectante. Se imaginaban la correlación entre una galería de susurros y la atmósfera terrestre. No iban del todo desencaminados, pero no habían previsto la influencia de la temperatura en el transporte del sonido.
La velocidad del sonido en el aire, aumenta a medida que aumenta la temperatura del aire. En condiciones de inversión térmica, es decir capas de aire superiores más calientes que las inferiores, cuando una onda sonora alcanza el aire cada vez más caliente en la estratosfera, la parte más alta de la onda viajará más rápido que la parte inferior, haciendo que el camino de la onda se incline y vaya girando muy lentamente hacia abajo, realizando el camino en curva. Esta curva tiene un radio de kilómetros y sólo llegamos a escuchar sonidos que tengan mucha energía, como pueden ser los cañonazos de una batalla.
Si volvemos al campo de batalla, tendremos que el sonido directo tendrá que sortear diferentes objetos y posiblemente será absorbido por estos: campos, bosques, etc. Mientras que el sonido que estará viajando por el cielo y bajará por la temperatura solo sufrirá la absorción del aire que afecta a las altas frecuencias. Un cañonazo tiene una gran cantidad de frecuencias bajas, por lo tanto gran cantidad de energía que se desplaza o que viajará por el cielo hasta distancias muy lejanas.
El efecto es similar al de una galería de susurros, donde dos personas separadas por una distancia considerable bajo un techo parabólico, pueden conversar con susurros y no pueden ser escuchadas por personas que están de pie entre ellos.