Gente, comida, petardos, música, diversión, y todo con mucho, muchísimo ruido. Se trata de la noche más ruidosa del año y además en todos los rincones. La mayoría la disfrutamos sin demasiadas estridencias, pero para los jóvenes es la fiesta de la explosión y del ruido.

Lamentablemente existe gente que en este día padece del ruido de los petardos, gente mayor, gente con problemas cardiovasculares y gente que estando sana, tiene pavor del ruido de los petardos, tracas y cohetes. Es una minoría y como muchas otras, silenciosa, que nadie se acuerda de ellos en un día tan especial. Por eso quiero recordarlo en este pequeño post y que pensemos en ellos el año que viene.