Suspendido el carnaval de Tenerife por ruidoso
Post 9 - 13 de Febrero de 2007 - Categoría: Ruido
¿Qué sucede cuando tenemos fiestas ruidosas y casas mal aisladas acústicamente?
Pues que nadie garantiza el descanso a la gente que lo necesita. Se ponen denuncias y se reciben sentencias favorables.
El titular que todos estamos escuchando estos días en las televisiones y en los periódicos es: Un juez suspende el carnaval de Tenerife (España) porque el ruido molesta a los vecinos.
Es difícil imaginarse un mes de Febrero sin carnavales, los hay en todas las ciudades. Y ciertas ciudades son más que unas simples fiestas, son sus "Fiestas": Río, Recife, Salvador y Tenerife. Pero el carnaval de Santa Cruz de Tenerife tenía una denuncia presentada el pasado año 2006 por un grupo de vecinos de la zona centro de la capital. Ellos sienten vulnerados sus derechos porque la música se mantiene a elevado volumen desde la tarde hasta la madrugada durante al menos una semana. Además están hartos del escándalo, la suciedad y las borracheras de los juerguistas.
fotos: Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife tiene que enfrentarse a cambios en la sociedad y cumplir una sentencia que obliga a suspender los bailes y fiestas que provocan excesivo ruido desde el atardecer hasta la madrugada.
Los tinerfeños asisten asombrados a una de las decisiones judiciales más polémicas de los últimos años. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias dictó que los festejos no debían superar los 55 decibelios en las calles donde transcurrían. Y un juez los suspendió atendiendo a la demanda de un grupo de vecinos que se quejaron por el ruido. Estamos ante una situación insólita. Prohibir una fiesta tradicional realizada en la calle, para proteger los derechos de unos vecinos.
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, denunció en un bando que "la fiesta del Carnaval ha sido mutilada". Conocían la denuncia y la posibilidad de una sentencia contraria a sus intereses. Pero no hicieron nada. Nadie podía pensar en una sentencia tan "radical" en contra de una fiesta con más de 200 años de historia y con la que no ha podido ni la Guerra Civil ni la dictadura.
Otros Ayuntamientos para el Carnaval han construido espacios especiales como el Sambódromo de Río, el Sambódromo de Sau Paulo, o el Corsódromo de Gualeguaychú (entre Ríos, Argentina). Situados en zonas alejadas del centro de la ciudad, donde no molestan a los vecinos que desean o necesitan descansar.
Quizás en España, tendremos que ir desplazando las fiestas tradicionales hacia zonas de la ciudad menos habitadas, como ya viene sucediendo con los bares y discotecas. Esto aún es bastante difícil de predecir. Pero quizás los jueces obliguen a ello. Se trata de una problemática que sólo ha comenzado.
El auto del juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Santa Cruz de Tenerife fue hecho público ocho días después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias reconociese que la celebración de las fiestas en el centro de la ciudad "viola los derechos fundamentales" y el ruido no debe sobrepasar los 55 decibelios en la calle.
fotos: Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
Existen innumerables fiestas, en todas las ciudades, que generan ruido. Algunas duran días, otras toda una semana. La recomendación de la OMS respecto al sonido que tenemos que soportar dentro de la vivienda, es no exceder de 35 dB durante el día y 30 dB durante la noche. Durante los días de fiestas se sobrepasa estos límites hasta altas horas de la madrugada.
Y lo que tampoco ayuda es vivir en viviendas mal aisladas acústicamente. En un país de clima templado, con ganas de divertirse y hacer fiestas, es incompatible con vivir en viviendas mal aisladas acústicamente.
La normativa española actual prevé un aislamiento de 30 dBA para las fachadas. Rara es la vivienda que lo cumple. Todas están por debajo porque la normativa no garantiza las fachadas, sino pruebas realizadas en laboratorio de paredes perfectamente realizadas.
Seguramente en Tenerife el interés general prevalecerá por encima de la sentencia del juez, pero estamos delante de uno de los muchos avisos de que esta sociedad está cambiando y quiere menos ruido en las calles. Seguramente el mayor aviso hasta hoy. A partir de aquí hay que realizar un trabajo de concienciación que nos lleve a una convivencia acústicamente sostenible.