Curiosos fenómenos acústicos del Templo del Cielo en Pekín
Post 30 - 16 de Mayo de 2007 - Categoría: Acústica arquitectónica
El Templo del Cielo es el máximo exponente que ha quedado del arte Ming, y durante más de 500 años fue el corazón del imperio. Es el templo más majestuoso y espléndido de Pekín y cita obligada de todos los turistas.
El Templo del Cielo se sitúa al sur de Pekín y estuvo dedicado a las ceremonias imperiales de oración y ofrendas de sacrificios a los Dioses del Cielo y la Tierra. Con 2,7 millones de m² de superficie total, es el mayor templo existente en China y es tres veces más grande que el Palacio Imperial. Hoy en día, el sitio ha pasado de ser un conjunto de templos-altares a convertirse en uno de los mayores parques públicos de la ciudad.
Vista aérea de las Terrazas del Triple Eco. Su forma es circular y da acceso al Salón de
las Rogativas por las Cosechas.
El eco de la Terraza del Triple Eco, o la Terraza de los Truenos a Oídos del Cielo (expresiones traducidas del chino, en inglés lo llaman Triple Sound Stones) se produce al subir al Salón de las Rogativas por las Cosechas. Para subir al Templo hay tres terrazas con nueve escalones. Si damos una palmada en la primera terraza, nos devuelve su eco. Si damos una palmada en la segunda terraza nos devuelve dos ecos de las mismas. Y si hacemos lo propio en la tercera, se nos devuelve el eco de tres palmadas.
El eco es un fenómeno relacionado con la reflexión del sonido. Damos una palmada y pasados unos milisegundos escuchamos el sonido repetido, que es su onda reflejada. La onda emitida se desplaza dentro de la terraza circular, que es de mármol, un material muy reflectante. Al ser circular vuelve donde estamos nosotros pero con un desfase de tiempo, el suficiente para que notemos el eco.
En la primera grada escuchamos un eco porque el sonido sólo se desplaza por una grada. Si subimos a la segunda, nuestro sonido se desplazará por la segunda grada y por la grada inferior. Y si subimos a la tercera escucharemos el sonido de la tercera más las dos inferiores. Y como las terrazas tienen perímetros diferentes, escuchamos como nos llegan las tres ondas sonoras en diferentes tiempos.
El Muro del Eco es una pared curva que rodea el Templo de la Bóveda Imperial. Mide 3,72 m de altura, 0,9 m de grueso, 61,5m de diámetro y 193,2 m de perímetro. Fue construido con ladrillos de fina confección y alta categoría. Cuando uno habla o susurra frente la pared, la superficie lisa refleja la voz haciéndola rebotar sucesivamente en la pared y llegando claramente al extremo opuesto del muro, a pesar de tener una distancia de 60 m y construcciones en medio. En la antigüedad se solía asociar el fenómeno a la idea de una comunicación entre el Cielo y el ser humano. Hoy los turistas gritan tanto que, la verdad, se escucharía igual con muro que sin muro.
Vistas del Muro del Eco con sus construcciones interiores.
El efecto acústico más interesante ocurre en el Altar del Cielo. Una gran plataforma redonda escalonada y rodeada por un muro cuadrado. Consiste en tres terrazas concéntricas rodeadas de balaustradas de mármol blanco. Cada grada es rodeada por una barandilla de piedra esculpida. El nivel superior, abierto al cielo, está hecho con losas de piedras planas y muy reflectantes. En el centro exacto hay una piedra de mármol redonda y un poco elevada. Es conocida como la Piedra del Corazón del Cielo y es considerada de buena suerte tocarla, por lo que es común ver a los chinos apretujándose para tomarse una foto sobre ella. Al estar encima de ella, los susurros de la gente hablando dentro del patio, se magnifican y se oyen en voz alta, como respuestas provenientes de todas partes.
Los emperadores lo explicaban diciendo que se trataba de órdenes sagradas provenientes del mismo cielo. Lo cierto, sin embargo, es que las balaustradas alrededor del altar detienen el sonido y lo reflejan de inmediato. El sonido sólo demora menos de 0,07 segundos desde que es emitido hasta que lo devuelve el eco. El oído humano no llega a oír por separado los sonidos y lo que hace es sumarlos, por eso un susurro se escucha como un grito.
Mapa del Templo del Cielo
No sabemos si fueron pensados y construidos adrede o si surgieron por casualidad. Los tres fenómenos creados se basan en la reflexión del sonido en superficies circulares y de un tamaño no demasiado grande. Estas reflexiones se escucharían muy débiles con tamaños mayores.
Intencionados o no, estos ingeniosos diseños acústicos, aumentaron el misterio del Templo, realzando su carácter de sitio idóneo para realizar ofrendas ante el Dios del Cielo. La construcción circular representa el cielo y la cuadrada que la rodea representa la Tierra que contiene el cielo. En medio hay espacio para el trono del emperador que así reina sobre todo lo que existe: Cielo y Tierra, Ying y Yang.
Vistas aéreas del Altar del Cielo y del Salón de las Rogativas por las Cosechas con las Terrazas del Triple Eco.
Por último hace falta comentar que en 1998, la UNESCO incluyó la obra en su lista de Patrimonios Culturales de la Humanidad, concediéndole la siguiente referencia: el templo se construyó en la primera mitad del siglo XV. Se trata de un jardín imperial rodeado por antiguos pinos y un conjunto de templos-altares bien conservado. Tanto en su diseño general como en las construcciones particulares se ponen de manifiesto la relación entre el cielo y la tierra, núcleo de la cosmología de la antigua China, así como la función especial de los emperadores y su corte en esta relación.
Vídeo turístico en el interior del recinto
Otro punto de interés es el Museo de la Música Antigua de China, otrora Departamento de Música Divina. En el pasado fue un órgano gubernamental permanente con centenares de músicos y bailarines, que se encargaban de interpretar música durante las ceremonias rituales.
Entradas al Templo del Cielo, para turistas.
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