Post 189 - 19 de Enero de 2009 - Categoría: Acústica arquitectónica.

 

En Valencia, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, existe el Museo de las Ciencias, Príncipe Felipe. En su fachada, frente al Hemisferio, hay una bóveda-marquesina donde se produce el fenómeno de la galería de susurros. Supone un pasatiempo para los visitantes (acompañados de valencianos que lo saben) ponerse entre los extremos y mandarse mensajes mirando a la pared sin que se enteren los que están situados entre ellos.

Lo descubrimos gracias a Juan Candela i Jesús García. Se encuentra en la parte exterior del edificio y tiene la forma de arco, con más de 70 metros de separación entre los dos extremos donde nos podemos colocar.

Seguramente no se ha realizado con esta intención, sino que en el conjunto de arcos que conforman el museo, este tiene esta peculiaridad al encontrarse confinado a una pared, que permite un espacio concavo y en el cual, queda atrapado el sonido.