Karajan y la acústica de los auditorios
Post 118 - 2 de Abril de 2008 - Categoría: Acústica arquitectónica.
El gran director de orquesta Herbert von Karajan, cuando realizaba los ensayos para un concierto en un auditorio que no conocía, ponía la orquesta a ensayar y él se sentaba en diferentes sitios de la platea. Desde allí escuchaba las evoluciones de la orquestra, su sonoridad y como se relacionaba con las coloraciones que produjese la sala. Sus oídos estaban entrenados para detectar los cambios sonoros y las deficiencias de las salas de conciertos. Las piezas que dirigía las conocía a la perfección y quería que se escuchasen de una manera muy concreta.
Según escuchaba iba dando indicaciones a las diferentes secciones de la orquesta. A qué volumen tenían que tocar, anticiparse o retrasarse en las notas, incluso se dice que los llegaba a hacer mover un poco dentro de lo que el escenario le permitía para conseguir unas mejores reflexiones de sonido. Lo que hacía era igualar la interpretación entre los diferentes maestros, conjuntar la orquestra, balancearla para que tocaran más unidos, más compactos y conseguir que el público recibiera una interpretación sólida y con un sonido definido.
Es interesante que le importase como llegaba el sonido al público, ya que habitualmente los directores sólo escuchan el sonido directo que produce la orquesta. Se realizan unos ensayos previos al concierto y se presupone que el nivel de la orquesta es capaz de ejecutar a la perfección la pieza en cuestión. Pero nadie piensa en el público, cuando en cada sala la respuesta del sonido es diferente y no siempre agradable para todas las piezas musicales.
Era un hombre capaz de hacer trabajar arduamente a sus músicos para llegar al sonido perfecto. Cada uno de los instrumentos debía ser perfectamente reconocible y su sonido debería ser natural. Resultados particularmente impresionantes de estos principios son sus grabaciones de las sinfonías de Beethoven, donde Von Karajan logra que la enorme masa sonora de las composiciones deje siempre oír a cada uno de los instrumentos. Era un perfeccionista en técnica y grabación, y dejando un legado de más de 3.000 obras de impecable ejecución. Él, junto a Stokowsky han perfeccionado las técnicas de grabación de discos de música clásica.