Post  372 – 19 de Noviembre de 2012 - Categoría: Acústica arquitectónica.

Existen muchas tiendas donde la acústica es infernal. El ruido que se genera en su interior no desaparece, sino que queda por largo tiempo en su interior debido a la reverberación. Esto hace que mantener una conversación entre un comprador y el dependiente de la tienda tengan dificultad en escucharse y tengan que subir la voz, que al mismo tiempo molesta al comprador de al lado que debe gritar para que su otro dependiente le escuche.

Por lo visto, cuando Apple abrió su nueva tienda en Palo Alto, todo el mundo estaba impresionado por sus dimensiones, por su estética, por el elegante diseño supervisado por Steve Jobs antes de su muerte. Pero no intervino ningún consultor acústico ni un decorador con nociones de acústica.

El templo de Apple de vidrio y piedra no tiene absorción sonora, con lo que se ha convertido en la cámara reverberante más cara de la historia, 15 millones de dólares. La gente que la ha visitado la describe como tienda ensordecedora y se niega a volver a entrar. Digamos que esta tienda potencia la compra “on line” como ninguna otra.

Cámara reverberante de la UNAM, México.

Bonus: la primera fotografía ha sido retocada, despareciendo el semaforo. Afea mucho la tecnología retro.

El problema del sonido se deriva de una combinación entre las dimensiones alargadas de la tienda, sus paredes paralelas y los materiales reflectantes de construcción. No hay ni un centímetro cuadrado de material absorbente del sonido en todo el lugar, solamente la ropa de las personas y a medias y altas frecuencias. Las bajas frecuencias son las que más pueden alterar la comunicación dentro del recinto, y no hay material que pueda reducirlas.

La experiencia de compra de un producto Apple es un fracaso acústico. Pero uno se puede bajar una aplicación con sonómetro y poder evaluar el ruido interior. Marcará los 75 decibelios con facilidad. Siempre he pensado que trabajar en una tienda de ropa de moda tiene sus problemas con la música House a todo trapo, nunca hubiera imaginado que trabajar en una tienda Apple es más perjudicial.

Apple ya ha contratado a un equipo de expertos donde algunos han sugerido que se debería instalar un Control Activo de Ruido: cancelar ondas de sonido mediante un altavoz que emite el sonido de la tienda que recoge un micrófono pero en su forma invertida y a tiempo real. Desafortunadamente, esto no funciona bien (o en absoluto) en un espacio grande. Otros menos high tech, han apostado por retocar los ángulos y las superficies del recinto, sin duda la dirección correcta para conseguir arreglar el problema.

Apple ha decidido modificar la tienda y hacerla más silenciosa. Pero Apple no es la primera ni la última marca que comete este error. Existen todavía muchos espacios que se diseñan sin un consultor acústico y su confort es muy deficiente, compras a disgusto y sales lo más rápido para estar sin ruido.